Ñublense líder invicto del torneo, la racha de Everton, el comienzo de Unión Española, la irregularidad de Audax Italiano y el flojo comienzo de Cobreloa son, a la vista, las sorpresas más destacadas de las primeras siete fechas del torneo de apertura 2008. Pero lo que para muchos ha pasado desapercibido es la muy buena campaña que está realizando Deportes Concepción. Pero ustedes se
{mosimage}preguntarán, ¿Cómo es una buena campaña la de un equipo que se encuentra en la decimoprimera posición? Aquí algunas respuestas.
El equipo lila, llegado el año 2006 fue penalizado por la ANFP con un año de suspensión debido a irregularidades económicas y sueldos impagos al plantel. Por momentos la institución pasó por momentos angustiosos y la desaparición del club era casi un hecho. Ese año la primera división se jugó con 19 equipos en lugar de 20 y cada fecha un conjunto debió tener una fecha libre, la cual, por ejemplo, perjudicó a la Universidad de Chile (Libre en la última fecha) de alcanzar la copa sudamericana en un precario momento económico de la franquicia azul.
Luego del exilio vivido en la octava región, y con el calendario marcando la llegada del 2007, el equipo cumplió la sentencia y volvió a jugar en la primera división. Hecho inesperado para la dirigencia de la ANFP, la cual debió fijar un nuevo fixture del torneo y un equipo libre por fecha fue nuevamente fijado.
La temporada de ese año fue considerada muy buena en la región del Biobìo, dado que el equipo se salvó del descenso y logró una cosecha de 45 puntos en el año. Un hecho heroico manejando los antecedentes del año 2006 para la institución.
Por estos días, la antigua dirigencia y los nuevos inversionistas alemanes, fundadores del proyecto León de Collao en junio de 2007 y quienes prometieron no sólo devolver a Deportes Concepción a la palestra del fútbol nacional, sino construir el estadio más moderno de Latinoamérica, se encuentran en pie de guerra, dado que el dinero prometido por los teutones para mejorar el patrimonio lila aún no llegaba y los jugadores lilas se encontraban sin sus sueldos del año anterior pagados, hecho ya tradicional en nuestro fútbol. Esto llevó a que los refuerzos llegados a la capital de la octava región y el nuevo técnico Jorge Garcés no pudieran disputar las primeras fechas del actual torneo de apertura.
La situación parece solucionarse poco a poco, aunque los hechos no están exentos de drama.
El técnico Jorge Garcés, previo al partido contra la Universidad Católica y tras llegar a un acuerdo con los dirigentes en el cual la recaudación del encuentro frente a los cruzados serviría para pagar a los jugadores luego de meses, llamaba angustiadamente a los hinchas a asistir al estadio regional de Collao para que pudieran llegar a fin de mes con el cinturón un poco menos apretado.
Sin embargo, estas lamentables deslealtades no han privado al equipo de mostrarse más que dignamente en las canchas nacionales. Le plantó partido por momentos a la poderosa Universidad de Chile jugando de visitante en la primera fecha y actualmente se encuentra en una racha de 2 victorias seguidas, la primera contra otro grande como la Universidad Católica en el ya citado encuentro de la recaudación y la segunda el pasado día sábado como visitante goleando 4 goles a 2 a Deportes La Serena, uno de los escoltas de Ñublense en la tabla.
Hace un par de semanas escribí una columna sobre la falta de lealtad en el fútbol, lamentablemente olvidé colocar como antecedente al equipo lila, quien sin duda ha mostrado un coraje y amor propio digno de emular para todos aquellos futbolistas ¨profesionales¨ quienes sin dinero en sus bolsillos ¨misteriosamente¨ no rinden dentro del césped.
Nuestra amada Universidad de Chile también sabe de estos temas.
En el año 2002, específicamente en el torneo de clausura, el equipo llegó a estar más de 3 meses sin cobrar sus sueldos y a mantener durísimas disputas con el por entonces presidente el doctor René Orozco. La situación era insostenible y cualquiera que osara a levantarse contra la dirigencia sentía caer la pesada mano del galeno, como Gamadiel García, quien estuvo en la incómoda situación de entrenar con la sub-17 azul para no valorizar su pase debido al pecado de pronunciarse contra aquellos que se negaban a pagarle su sueldo ganado con esfuerzo en el terreno de juego. Pese a esto, el equipo llegó a semifinales en ambos torneos y fue segundo en la fase regular detrás de Cobreloa.
Dice una pequeña historia que durante la segunda guerra mundial, en 1942 y en plena ocupación alemana de Ucrania, un combinado de jugadores de Adolf Hitler jugó un encuentro contra el Dinamo de Kiev (Equipo del cual apareció Andriy Shevchenko). Los jugadores ucranianos estaban amenazados de muerte por el dictador si ganaban, pero el equipo no soporto ser indigno y derrotó a los invasores. Terminado el encuentro, cada jugador fue fusilado con su respectiva camiseta puesta.
Sin duda, una metáfora de lo que ocurre con la ya común guerra entre dirigentes y jugadores.