Terapia de grupo para cambiar la historia

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Arturo Salah dejó expresarse a sus jugadores en la charla que sostuvieron ayer en el Caracol Azul. Se juramentaron intentar ganar por más de dos goles al equipo de Nelson Acosta en Viña del Mar.
Que se expresen los jugadores.Esa fue la fórmula que ideó Arturo Salah para tratar de revertir el difícil momento por el que atraviesa su escuadra, luego del categórico 3-1 que le endilgó Everton en el Estadio Nacional.

En medio de un escenario que no ayudaba mucho (en el Caracol Azul, el temporal botó dos árboles y dos postes de luz), fue el propio DT el que abrió los fuegos, planteó que el equipo estuvo mal parado y que eso es inaceptable.

Contraargumentó Manuel Iturra, para quien esa situación sólo se vivió en los goles y no durante el juego. El "Pipa" Estévez, por su parte, opinaba que "no podemos ser campeones si en dos partidos como local nos anotan cinco goles".

No todos estuvieron de acuerdo. Miguel Pinto pidió que no se culpara sólo a la zaga de los yerros. "La culpa no es de la defensa, sino que de todo el equipo. No es justo que se carguen los dados sólo con los zagueros", argumentó el cuidavallas.

"Me vas a perdonar, Miguel, pero yo nunca he dicho que los defensas tengan la culpa", le contestó el estratega Salah.

¿Y Marcelo Salas? "Ya está todo dicho", murmuró amargado al final de la "terapia de grupo" con la que la U pretende salir del pozo y buscar su paso a la final en Viña.

El "Matador", en todo caso, hace rato que está esperando ser campeón por última vez para retirarse. Esa opción se le comienza a escapar de las manos por un semestre más. A menos que haya una actuación reivindicatoria el jueves en la Quinta Región (19:00, arbitra Carlos Chandía).

"Se habló de los errores que se cometieron. Todavía nos queda un partido y si agachamos la cabeza ahora es como darnos por muertos. No podemos hacerlo", relató más tarde el volante argentino Walter Montillo.

Y agregó que "no pudimos conseguir tres victorias seguidas a lo largo de todo el campeonato y eso nos preocupa, pero creo que es erróneo ponerse a ver qué hicimos mal a esta altura".

Leonardo Mas fue otro que hizo una profunda autocrítica. "No fuimos inteligentes. Hicimos el partido que quería Everton, porque fuimos a buscar el partido en todo momento, nos desordenamos, y no nos dimos cuenta que la serie era de 180 minutos y no de 90", argumentó.

Rodrigo Rivera, en tanto, cree que "hay que tener más concentración, estar más agrupados, hacer los relevos cuando corresponda. Por ahí en uno de los goles teníamos que hacer el relevo en vez de que el Nico corriera cien metros. En el año hemos vivido entre altos y bajos. Y ahora volvimos a caer en eso".

En la U, además, están conscientes de que la eliminación a manos del equipo de Nelson Acosta pondrá muy pesada la pista para Salah.

Pese a que Federico Valdés lo ha apoyado en múltiples oportunidades, no está claro que el resto del directorio opine lo mismo ante una eliminación que podría ser muy costosa para las arcas azules.

También hay varios futbolistas en la mira. Raúl Estévez es uno, pero no el único que podría ver peligrar su fuente laboral en caso de que la U sea eliminada en semifinales, igual que en el Clausura 2007.

3 La mínima cantidad de goles que tiene que hacer la U en Viña para ir a la final.

Hay 70 millones de pesos en juego

No sólo gloria dejarán de recibir los futbolistas de la U si es que Everton finalmente los apea del torneo.

De acuerdo al plan de premios acordado con la dirigencia de Azul Azul, la escuadra laica ha recaudado hasta el momento $60 millones por su participación en el Apertura.

Del total, $40 millones ingresaron por avanzar a los playoffs (si el equipo hubiera llegado entre los cuatro primeros, esa suma se habría duplicado) y otros $20 por eliminar a O’Higgins de Rancagua en los cuartos de final del certamen.

La derrota ante el elenco de Nelson Acosta podría dejar la suma hasta ahí nomás. Y el primer equipo ya no podría optar a los otros $70 millones que tienen en juego en lo que resta del torneo.

A saber. Si la U da vuelta el partido y elimina a Everton en su propia casa, sumará $20 millones más a repartir en el camarín.

Otros $50 millones entran a discusión en la gran final.

Si los azules logran el título, obtendrán $20 millones por la corona y otros $30 millones por llegar a la Copa Libertadores de 2009.

La obligación de revertir el marcador, entonces, no es sólo por los aplausos. Y de eso están conscientes en el Caracol Azul.

No queda otra que subir el ánimo.

La voz del hincha

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