Miércoles 29 de octubre. Federico Valdés, presidente de Universidad de Chile, caminaba a paso cansino por las afueras del Hotel Ritz, epicentro de la junta directiva de Azul Azul S.A.. Todo andaba bien, pensaba don Federico, dirigiéndose hacia su lujoso carro… hasta su desafortunada declaración: “las compras de pases corresponden a jugadores que son vendibles”.
{mosimage}Ésta fue la flecha que bajó al cóndor, en pleno vuelo en pos de bajar la decimotercera estrella del azul firmamento.
A Rául “Pipa” Estévez, uno de los baluartes universitarios, no se le renovará el contrato (El cual finaliza al bajarse el telón del Clausura), ante la avanzada edad del ex-ariete de San Lorenzo y Racing (30 primaveras). (1)
Paréntesis para el mea culpa: a comienzos de año, cuando se confirmó el aterrizaje de Estévez, este trasandino pasó desapercibido para mí. A pesar de su currículum, la locura por traerlo al Caracol fue mínima.
Y el inicio del Apertura me “dio” la razón (desafortunadamente). Estévez tuvo un irregular bagaje durante el primer torneo del año. Incluso, fue blanco de críticas por el mal funcionamiento del equipo estudiantil y su elevado sueldo. A pesar de esto, Arturo Salah lo mantuvo en el once inicial.
Durante los “Playoffs”, el ex Académica de Portugal logró un rendimiento sobresaliente, llevando (Casi de manera inesperada…) al León a las semifinales. Luego conocen cómo terminó la odisea…
Consolidado en su mejor momento, “Narigol” (qué apodo más “original”) comenzó el Clausura como una de las figuras Azules… y aún mantiene ese apelativo.
Desborde, velocidad y gol han sido sus principales características en este segundo semestre. ¿El mejor jugador del Clausura?
Mi voto va para el “7” trasandino, quien me cerró la boca (con bozal incluido…).
Volviendo a la realidad, Valdés confirmó el mito sobre los empresarios en el balompié: Desestiman los rendimientos o subjetividades. Para ellos sólo cuentan los números fríos.
Y esa álgida (y lapidaria) cifra para Estévez es 30.
Como hincha, la jugada de Valdés se interpreta como una deslealtad hacia uno de los más destacados esta temporada (junto a Christian Martínez y Miguel Pinto).
Incluso, vale preguntare cómo afectará al “Pipa” todo este embrollo, viendo la recta final del Clausura.
Es la única constante conocida sólo por Estévez, aunque debe ser considerada como una irresponsabilidad de la dirigencia Laica: Las posibles renovaciones o ventas se deben charlar una vez el balón diga “basta”. Es inoportuno y desubicado hacerlo antes o a mitad de competencia.
¿O desconoce don Federico cuántas camisetas con el siete en la espalda se han vendido esta temporada?
Como periodista (bueno, al menos intento serlo…) y sacando ese empresario capitalista maquiavélico -el cual todos llevamos dentro-, esto se puede leer desde dos perspectivas, considerando las grandes urgencias del Romántico Viajero:
1- Antes de consolidar a la “U” como sucesora de Colo Colo, en cuanto a LA potencia del fútbol chileno se refiere, se deben sentar las bases económicas para apalear las dos grandes carencias de la institución: Un estadio propio y un inmueble de entrenamiento. He sido muy prolijo en ambos puntos. Insistir sería perseguirme la cola.
2- La salida a la Bolsa de la “U”, confirmada en abril, se ve comprometida ante la incertidumbre bursátil del mundo y la caída de las principales bolsas (2), donde la confianza se encuentra tan sólida como la Concertación después de las Municipales. Dicho esto, los traspasos en millones de dólares (Categoría ajena a Estévez) son una prioridad para cumplir los objetivos señalados en el punto anterior. Exportar jugadores es la principal carta de los “peces gordos”, ante la posible merma de las proyecciones previas a la crisis de Wall Street (Alrededor de 22 millones de la divisa estadounidense esperaba ganar Azul Azul, con la salida al mercado).
Los argumentos están sobre la mesa. Es difícil saber de cuál lado de la soga tirar. Es un tema dialéctico, donde el corazón del hincha se bate con la frialdad del empresario especulador.
Recuerdo, con mucha risa, el siguiente chiste de Condorito (Sí, qué irónico).
Coné: “Buenas tardes, señor, ¿qué desea?”.
Señor: “Busco al doctor Condorito, pequeño”
Coné: “En este momento no está. Tuvo que salir para efectuar una simpactectomía”.
Señor: “¡Qué inteligente eres! ¿Y sabes tú qué significa eso de la simpactectomía?”
Coné: “Claro que sí, señor, es algo así como dos millones de pesos”
¿Cuánto significa el “Pipa” Estévez para Federico Valdés y Azul Azul S.A.?
Al cóndor le fueron cortadas las alas, en pleno vuelo en pos de bajar la decimotercera estrella del azul firmamento…
(1): http://www.rincondelbulla.cl/portal/content/view/1068/1/
(2): http://www.latercera.cl/contenido/26_55443_9.shtml