Marco Estrada, volante de la U: «Ahora nos decimos las cosas en la cara»

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El quillotano ya se recuperó de la operación de meniscos, y el miércoles, ante Colo Colo, volverá a las canchas. Asegura que la clave para conseguir el título del Apertura fue que hablaron abiertamente de los errores que cometían, y ahora le tiene fe al bicampeonato. 
"De ese tema (sanción policial previo a una citación de la Roja) no voy a contestar. Ya pasó y es como reabrir todo y dar pie para que vuelvan a hablar. Para mí eso está cerrado. Hablé con las personas con las que debía y no tengo que dar explicaciones por eso".

Marco Estrada está de vuelta. El volante de la U salió campeón y se operó de meniscos. Estuvo jugando lesionado todo el último mes. Ya no. El miércoles, en un amistoso ante Colo Colo en Antofagasta, volverá a ser el que maneje los tiempos en el mediocampo universitario laico.

"Ha sido muy complicado estar afuera, pero tenía que operarme y busqué el mejor momento. Quiero estar a plenitud para la vuelta con Cali (18 de agosto) y, por eso, volveré con Colo Colo", anuncia.

"De la rodilla no tengo secuela ni dolor, aunque igual se empiezan a cargar otros músculos, pero es normal", dice.

-¿Cómo vio al equipo?

"No estamos jugando como esperamos, pero estamos adaptándonos a las ideas que trae "Pepe" Basualdo. Puede ser el costo de ser campeón, participar en la Sudamericana, empezar el campeonato al tiro , jugar amistosos, no tener descanso, pero plantel hay. Y nos dejó tranquilos el triunfo de Audax ante Colo Colo. No se nos escaparon".

-¿Terminó jugando lesionado el torneo pasado?

"El último mes terminé inyectándome anestesia a la rodilla para jugar. Venía lesionado desde el partido con Paraguay con la selección. Un mes y algo. No paré porque tenía la confianza de Markarián, que me dejaba entrenar en forma diferenciada. Son cosas que a lo mejor la gente no sabe, pero uno siempre quiere estar, porque siendo punteros, jugando los playoffs y a punto de salir campeón, no quería faltar".

-¿No fue mucho riesgo?

"Eso provocó que me operara. Tuve una pequeña ruptura del menisco externo de la rodilla y me perdí el inicio del campeonato. Pero uno cuando lo está viviendo, no piensa en el tiempo que se pueda perder, sino en lo que se está perdiendo en el presente".

-¿Cuánto cambió a este equipo ser campeón?

"Lo mejor que tiene el equipo ahora es la relación entre cada compañero. Cada uno está pendiente del que está al lado. Nos defendemos de todo. Si atacan a uno, nosotros estamos ahí para respaldarlo. Sabíamos que teníamos que mejorar como grupo, unirnos. Y lo logramos".

-¿Este año?

"Sí. Estamos muy contentos de cómo está el ánimo del plantel, cómo se lleva el grupo, y las decisiones se toman en grupo y no como antes, que decidían sólo algunos".

-¿Cómo es eso?

"Mejoraron la tolerancia y la autocrítica. Y fue aceptado por los criticados. Lo mejor que hemos hecho es decirnos las cosas en la cara. Y le hemos sacado provecho a eso".

-¿Por qué cambió eso?

"Nos dimos cuenta que así conseguiríamos logros. Y eso ayuda al cuerpo técnico también. Los jugadores de experiencia, como Olarra, Olivera, Miguel Pinto, "Colocho", "Pepe" Rojas, yo mismo, hemos cargado con toda esta temporada e impusimos esto de decirnos las cosas en la cara. Lo que no nos gusta y los errores que cometemos. Y eso nos ayudó a salir campeón".

-¿Por qué no hablaban?

"Creo que porque nos respetábamos mucho."

-¿Tenían miedo de herir susceptibilidades?

"Claro, teníamos un respeto no común en el fútbol. Está bien respetarse como persona, pero eso también lo llevábamos a la cancha. Nos faltaba, en el buen sentido de la palabra, faltarnos un poco el respeto, decirnos las cosas cómo realmente eran y los errores que uno cometía. Antes no queríamos criticar a un compañero por temor a cómo podía reaccionar, pero nos dimos cuenta de que haciéndolo se logran objetivos importantes".

"He vivido cosas que otros compañeros no"

Marco Estrada no siempre estuvo en la cresta de la ola. Sus comienzos con Everton fueron muy distintos a lo que vive hoy en la U.

"En Everton las viví todas. Bajé, volví a Primera, y estuve en la época en que no te pagaban sueldo en tres meses, en que estuve seis meses castigado por no ir donde me querían mandar los dirigentes bajo sus condiciones (préstamo al Peruggia de Italia). Me dejaron sin jugar así como así nomás. No les importó nada. Y eso que estaba sin contrato. Fueron seis meses sin cobrar y después me mandaron otros seis a cadetes", relató.

-¿Y qué hacía en esa época?

"Mi única ganancia era que al final quedaría con el pase en mi poder. Quería venir a un equipo grande, aunque sabía que era complicado porque venía de Everton y estaba parado. Tuve la opción de la U, y acá estoy. Todo sacrificio tiene su recompensa".

-En esa época era considerado un jugador indisciplinado y conflictivo…

"Yo he vivido cosas que a lo mejor otros de mis compañeros no. A José Contreras, mi amigo en el plantel, le pasó algo muy parecido en Wanderers. Los que no lo han vivido, no saben lo que es estar impago. Esas cosas no se conocen en un equipo grande".

-Hasta mejoró su conducta…

"Sí, sabía que tenía que mejorar eso. Hoy se nota mucho cuando dejas a tu equipo con 10 y en un grande no te lo perdonan. Por una expulsión tonta tu equipo puede perder".

La voz del hincha

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