El delantero uruguayo quedará internando en la Clínica Alemana, en observación.
Luego del susto, la calma comienza a reinar en el entorno del delantero de Universidad de Chile, Juan Manuel Olivera, quien, tras quedar con un TEC en un choque con el portero de O’Higgins y ser atendido en Rancagua, fue trasladado a la Clínica Alemana, donde el goleador quedará en observación.
El ariete charrúa sufrió la pérdida de consciencia a los 45 minutos de la brega ante los rancagüinos al chocar con el portero Jorge Rivera, por lo que fue llevado en ambulancia a un centro asistencial local.
En el lugar, el médico de la U, Patricio Delgado, comentó el estado del uruguayo. "Es un TEC simple, y está en evaluación y por eso hay que mantenerlo en observación. Está con un cuello, que eventualmente no es tan necesario, pero por el tema del traslado lo vamos a mantener y no hay daño cervical", dijo el galeno.
"El neurocirujano descartó un cuadro quirúrgico e hizo el diagnóstico de este TEC", añadió el médico, quien realizó las gestiones para trasladarlo a la Clínica Alemana.
"Siempre son de preocupación, pero él está en buenas condiciones. En un futuro cercano, sí debiera descansar, pero lo más probable es que no quede con ninguna secuela y en 10 días más pueda entrenar normalmente", acotó en torno al futuro de Olivera, quien seguramente se perderá la brega de este miércoles, ante Internacional de Porto Alegre, por Copa Sudamericana.
"Necesita reposo domiciliario y será evaluado con los neurocirujanos, pero lo más probable es que quede descartado", señaló.
Este es el impacto que dejó con TEC a Olivera.