2000-2009: un decenio difícil de calificar

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La década del 2000 se fue. El período comprendido entre los años 2000 y 2009 fue una mezcla inefable de emociones para la Universidad de Chile, razón por la cual es difícil encasillar este lapsus en la categoría de “positivo” o “negativo”. Sin lugar a dudas, estos años estuvieron plagados de penas y alegrías, idas y regresos, logros y fracasos.  

Para todos quienes disfrutaron con el título del 2000 y las victorias en el Monumental, para quienes sufrieron con la crisis económica y la posterior quiebra del club, para quienes soltaron más de una lágrima en la final del Apertura 2006 y 2009, para quienes se opusieron a la transformación en sociedad anónima y para quienes compraron acciones de Azul Azul, éste es el resumen del decenio azul. 

Disfrútenlo.

2000: el primer campeón del milenio

El año 2000 comenzó  de la misma manera en la cual finalizó el ´99: levantando la copa. 

Tras una campaña notable, en la cual sacó nueve puntos de ventaja al subcampeón Cobreloa y se consagró a tres fechas del final, la “U” obtuvo la primera corona del nuevo siglo.

Pedro González fue una de las grandes figuras del certamen, al erigirse como el máximo anotador con 26 dianas. El “Heidi” fue el segundo jugador azul que más veces gritó durante la década con 56 goles, detrás de Diego Rivarola, quien registró 60 anotaciones. 

El logro a nivel nacional, más un digno papel en la Copa Libertadores, donde el Chuncho fue eliminado por diferencia de goles ante el Atlas mexicano, hacían presagiar un futuro fructífero para la escuadra dirigida, en aquel entonces, por César Vaccia. 

Sin embargo, de allí  en adelante comenzó el colapso.

2001-2003: crisis económica y desarme

Las expectativas para 2001 eran muy altas. La “U” jamás había logrado un tricampeonato, por lo cual era imperativo repetir las campañas realizadas en años previos, de cara a un año con Copa Libertadores en el itinerario.

Sin embargo, la realidad se asemejó muy poco a los pronósticos de inicios de campaña.

El equipo no pudo revalidar las estrellas logradas en 1999 y 2000, rematando en el tercer puesto del certamen nacional a nueve unidades de distancia del campeón Santiago Wanderers. La ubicación dio paso a la clasificación a la liguilla preLibertadores, pero los laicos fallaron en su afán de clasificar a la máxima cita continental tras caer en la definición ante Cobreloa con gol de oro del difunto Fernando Cornejo.

Precisamente en la Libertadores, la “U” completó una mediocre campaña, finalizando tercera en el grupo dos con cuatro unidades, sólo superando al débil Sport Boys de Perú. En aquella edición, la institución recibió una de las peores (si no la peor) paliza de la década al caer por seis goles a cero contra el Cerro Porteño de Paraguay. 

La mala actuación en ambos frentes le costó el puesto a César Vaccia y a varios jugadores, entre los cuales destacaban Diego Rivarola, Mauricio Aros, Rodrigo Barrera y Flavio Maestri.

Para 2002, las reglas del juego variaron mucho. El sistema de torneo se cambió desde la tradicional competencia con 30 fechas a dos campeonatos por año con liguilla de Playoffs, y la Copa Mercosur fue reemplazada por la Copa Sudamericana, por lo cual el cupo internacional para el segundo semestre dejó de estar asegurado para los cuadros emblemáticos del país. 

En este contexto y con la ilusión de rememorar viejas glorias, el ex-mediocampista universitario Víctor Hugo Castañeda asumió como director técnico.

Sin embargo, la temporada 2002 fue para el olvido. El cuadro estudiantil llegó a semifinales en ambos torneos, siendo eliminado por el mejor equipo de aquellos 12 meses, la Universidad Católica. No ganó ninguno de los clásicos que disputó durante el año (perdió como local 3-0 contra Colo Colo en el Apertura) y se comenzaban a evidenciar los primeros síntomas de la crisis económica de la institución, la cual incluso tuvo a los jugadores sin cobrar sus sueldos durante tres meses. Esto se tradujo en un éxodo masivo de jugadores al final del año, entre quienes figuraban históricos como Cristián Castañeda, Pedro González y Sergio Vargas. 

El fin de una época era inminente en el Caracol Azul.

Para 2003, Castañeda se mantuvo en el cargo. Pero el panorama era bastante distinto. 

Sin grandes figuras, con la incorporación del veterano colombiano Faustino Asprilla, y una plantilla disminuida en la cual destacaban jóvenes promesas como Manuel Iturra, Waldo Ponce y Mauricio Pinilla, la “U” afrontó aquella temporada con más ansias de sobrevivir que de campeonar.

Con estos antecedentes, el once universitario cayó eliminado en la primera ronda de ambos torneos (en el Apertura ante la Universidad de Concepción con el famoso gol de rabona de Mauricio Cataldo, y en el Clausura ante el bicampeón Cobreloa). Los azules apenas ganaron 11 partidos durante la campaña y Víctor Hugo Castañeda debió decir adiós.

Así, se cerraba una época en la cual el retroceso universitario fue bastante explícito. En tres años, la institución pasó de defender un bicampeonato a luchar por la sobrevivencia.

2004-2006: se abren luces de esperanza

En 2004, otro ex-jugador de la “U” tomó las riendas. Héctor Pinto encaraba la temporada venidera casi de la misma manera en la cual lo hizo Castañeda: mirando más de cerca la permanencia que la copa.

Sin embargo, en una de las grandes sorpresas de la década, el Chuncho logró su decimosegunda estrella tras derrotar a Cobreloa por la vía de los penales en la final del Apertura, donde el cancerbero Johnny Herrera fue la gran figura. 

Además del título número 12, tanto jugadores como fanáticos recordarán para siempre el día 8 de febrero de 2004. En aquella fecha, la “U” goleó por cuatro goles a cero a Colo Colo, con una magistral actuación de Sergio Gioino.

Para finalizar un año de reivindicación en las huestes azules, el capitán y símbolo de la institución, Luis Musrri, se despidió del balompié a los 34 años, tras defender la casaquilla azul durante 17 temporadas. 

En un año marcado por la inestabilidad financiera y política de la Corfuch, que llevó a la renuncia del presidente René Orozco, el cuadro de la U en el pecho gozó de una alegría inesperada, pero siempre bienvenida. Así, la Copa Libertadores 2005 asomaba en el horizonte. Una salida a la profunda crisis institucional, también…

Para 2005, el desafío era doble. Por un lado, la Universidad Católica asomaba como el rival a vencer en el torneo doméstico. Por otro, la “U” volvía a Copa Libertadores a por el prestigio perdido tras la nefasta actuación de 2001.

En el torneo continental, los laicos realizaron una labor destacada, tras terminar segundos en el grupo tres detrás del campeón San Pablo. En octavos de final, el cuadro universitario chocó con el poderoso Santos de Brasil, al cual derrotó por dos tantos a uno en el primer capítulo de la llave, antes de despedirse de la copa tras caer por tres goles a cero en Vila Belmiro.

A mediados de temporada, se materializó el regreso más importante de un jugador a la “U” durante esta década: tras varias temporadas plagadas de lesiones en la Juventus y River Plate, Marcelo Salas volvió a la tienda estudiantil para el Clausura 2005.

Bajo el alero del “Matador”, los dirigidos por Héctor Pinto se quedaron con las manos vacías, tras ceder la corona del Clausura ante la Universidad Católica en una infartante definición desde los 12 pasos. 

De esta manera, finalizó la era del “Negro” Pinto en la “U” con un magro diagnóstico: fuera de la Libertadores 2006 y con la decimotercera estrella aún en el cielo.

Tras el fracaso de 2005, Gustavo Huerta asumió la empresa de alcanzar el título número trece para el Romántico Viajero y devolverlo a la palestra internacional. 

Con un plantel reforzado, donde destacaban los cafeteros Mayer Candelo y Herly Alcázar, la “U” estuvo cerca de alcanzar un lugar en la Copa Sudamericana. Sin embargo, dicha plaza fue obtenida por Huachipato, quien acompañó al líder de la fase regular y futuro rival azul en la final del Apertura, Colo Colo.

Antes de alcanzar el duelo definitorio ante los albos, el cuadro laico dejó en el camino a la UC en los cuartos de final, imponiéndose por tres anotaciones a uno en la vuelta y tomando revancha tras el título resignado seis meses antes. 

Ya en la final, los pupilos de Huerta se enfrentaron a Colo Colo. Fue una definición acorde al clásico más importante del fútbol criollo. Tras 180 minutos de una enorme paridad, el cetro se definió, una vez más, por la vía de los lanzamientos penales… y, una vez más, los azules se fueron derrotados.

Sin embargo, lo peor aún estaba por llegar.

Clausura 2006-Apertura 2007: sin un rumbo fijo

El 26 de mayo del 2006, la Cuarta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago declaró en quiebra a la Corfuch. Así, finalizaba una década de mediocres manejos administrativos, que desembocaron en la nula liquidez de la Corporación de Fútbol de la Universidad de Chile.

Tras esto, el equipo se desmanteló. Valores como Hugo Droguett y Julio César Moreyra dejaron la tienda estudiantil, mermando, una vez más, la jerarquía del plantel.

Causa-efecto: la “U” cerró una magra campaña, donde incluso fue colista absoluto. El Chuncho apenas alcanzó la postemporada vía repechaje, sólo para caer derrotado por el líder de la fase regular, Cobreloa.

La nota más relevante de dicho torneo fue la retirada del más destacado romperredes laico durante el decenio pasado, Pedro “Heidi” González, quien retornó al Caracol Azul para intentar convertirse en el máximo anotador histórico del fútbol chileno. Sin embargo, quedó apenas a tres gritos de distancia de los 215 tantos del desaparecido Francisco “Chamaco” Valdés.

De esta manera, Gustavo Huerta puso su cargo a disposición tras un 2006 que se perfilaba auspicioso para las huestes universitarias, pero que finalizó con serias dudas respecto al futuro de la institución.

Para 2007, con el beneplácito del gerente técnico y otrora guardavallas universitario, Sergio Vargas, los azules contrataron al entrenador argentino Salvador Capitano para tomar las riendas del primer equipo. En aquel verano, arribaron elementos claves en la futura conquista del Apertura 2009, como Emilio Hernández y Marco Estrada.

Tras un escuálido arranque, Capitano dejó la institución con sólo seis encuentros dirigidos. Jorge “Lulo” Socías, bicampeón con el cuadro laico en 1994 y ´95 asumió la tarea de encarrilar el rumbo del Romántico Viajero. Sin embargo, los azules finalizaron en el escalafón 13, a 22 unidades del campeón.

Clausura 2007-presente: Azul Azul y la era de Federico Valdés

El viernes 27 de mayo de 2007, la Universidad de Chile se convirtió en sociedad anónima, decisión gatillada por una dilatada historia de malas decisiones administrativas durante los últimos 34 años.

De esta manera, la concesionaria que se haría cargo de los hilos de la institución durante los próximos 35 años se denominaría Azul Azul S.A..

Luego, el 9 de agosto de dicho año, el ingeniero civil industrial y vicerrector de la Universidad del Desarrollo, Federico Valdés, asumió la presidencia del club.

Tras la transformación institucional, la “U” logró volver a los primeros planos del fútbol nacional, finalizando en el segundo puesto de la etapa regular del Clausura con 45 puntos. 

A pesar de esto, los dirigidos en aquel entonces por Arturo Salah cedieron ante Colo Colo en los Playoffs, tras una accidentada semifinal.

Para 2008, la tarea era titánica. Los albos habían logrado el tetracampeonato y era imperioso finalizar con el dominio del cacique durante los últimos torneos.

Para esto, Azul Azul “rompió el chanchito” para fichar a los transandinos Walter Montillo y Raúl “Pipa” Estévez. 

A pesar de las grandes expectativas, los laicos apenas alcanzaron los juegos definitorios del Apertura a una fecha del final, aunque accedieron a las semifinales del torneo. En dicha instancia, cayeron de manera sorpresiva ante Everton de Viña del Mar.

Para el Clausura, las cosas mejoraron. A pesar de los duros cuestionamientos, los pupilos de Arturo Salah finalizaron en la primera ubicación del todos contra todos con 38 puntos, logrando así la clasificación a Copa Libertadores 2009 como “Chile 3”.

Sin embargo, la inesperada derrota en la primera fase ante Cobreloa cerró una etapa en el Caracol Azul. Arturo Salah, ex-jugador de la institución, abandonó la dirección técnica del primer equipo, y uno de los máximos referentes contemporáneos de la “U”, Marcelo Salas, también dijo adiós luego de anotar dos goles ante los loínos en su último encuentro como profesional. 

Sin dudas, hubo un avance durante 2008. No obstante, se cerró de la misma manera que en los últimos cuatro años: sin la corona.

Con la llegada del 2009, las esperanzas se renovaron. El uruguayo Sergio Markarián arribó al equipo de la U en el pecho con varios desafíos, entre ellos, el campeonato local y la Copa Libertadores 2009.

En la cita internacional, el Romántico Viajero repitió la destacada campaña de 2005, con el aliciente de eliminar al Pachuca mexicano en la fase previa. Los laicos alcanzaron los octavos de final de la copa, quedando en el camino merced al subcampeón del certamen, el Cruzeiro brasileño. 

En el plano local, la “U”, a pesar de los compromisos foráneos, logró alcanzar el segundo puesto de la etapa previa a los Playoffs, escoltando a la Unión Española. En los juegos finales, el cuadro de Markarián logró alzar la tan esquiva decimotercera estrella, tras derrotar a los hispanos por un gol a cero en el duelo de vuelta de la final. Marco Estrada, Emilio Hernández, Miguel Pinto, Walter Montillo y Juan Manuel “Choripán” Olivera fueron los pilares de la campaña del campeón.

A pesar de los logros obtenidos, Sergio Markarián renunció a la banca estudiantil tras el partido de vuelta de los cuartos de final ante Audax Italiano, en una de las decisiones más ambiguas de la década. El ex-mundialista argentino José Horacio Basualdo lo reemplazó en el cargo tras la final.

De esta manera, los azules cerraron un primer semestre lleno de éxitos, ratificado por la estrella conseguida, el prestigio internacional recobrado y las clasificaciones a la Copa Sudamericana ´09 y Libertadores 2010.

Para la segunda etapa del año, Basualdo asumía la tarea de ratificar los triunfos obtenidos por la administración Markarián.

El comienzo fue auspicioso. Clasificó a la Sudamericana tras derrotar a la Universidad de Concepción, y realizó una destacada campaña en el certamen, dejando en el camino al Deportivo Cali de Colombia y al Internacional de Brasil, vigente campeón de la cita internacional. Al final, tal como en la Libertadores, sucumbió ante el futuro subcampeón del evento, el Fluminense brasileño.

Sin embargo, las lesiones de jugadores claves como Edson Puch y Marco Estrada, más la merma física acarreada desde el semestre anterior, terminaron por pasarle la cuenta al ex-Vélez Sarsfield. Habló demasiado, se peleó con medio mundo, perdió ambos clásicos y dejó a la “U” fuera de los Playoffs por primera vez desde que se juegan los torneos “a la mexicana”.

Y tal como era de esperarse, “Pepe” abandonó Chile sin cumplir con las expectativas.

Así, la Universidad de Chile cerró un año tan dual como toda la década. El primer semestre fue brillante, con una gran Copa Libertadores y un título a nivel local bajo el brazo. El segundo tramo del año fue bastante irregular, donde poco a poco se escapó la opción de ingresar a la postemporada, y la derrota de local ante el “Flu” por Sudamericana dejó un amargo sabor de boca tanto para dirigentes como fanáticos de la institución laica.

Y volando pasaron diez años. Y con ella una década plagada de triunfos, derrotas, fracasos y sorpresas.

2010 será un año clave para las pretensiones azules tanto a nivel doméstico como internacional. El mandato de Gerardo Pelusso ya cuenta con cinco refuerzos y hay un clima de optimismo en torno al ex-profesor de Nacional de Montevideo.

La historia de la próxima década aún está por escribirse. Esperemos hacerlo con una sonrisa en el rostro y las manos rotas de alzar tantos trofeos.

Feliz 2010, Camaradas.

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La voz del hincha

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