Los presidentes de ambos clubes recalcaron que ante cualquier acto de violencia el jueves o domingo en el Nacional habrá «mano dura». «Esta conferencia fue para dar una señal clara de que no hay rivalidad y que todo tiene que ser en la cancha». Estas palabras corresponden al presidente de Universidad de Chile, Federico Valdés, que junto a su par de Universidad Católica, Jaime Estévez, realizaron este lunes un encuentro con la prensa para entregar detalles de la final del Torneo de Apertura.
El timonel del cuadro laico señaló que «esperemos que esto sea una verdadera fiesta de fútbol, que se dispute con intensidad, pero con orden y respeto entre los hinchas».
En ese sentido, Valdés aseguró que ante cualquier acto de violencia «la inconducta y el desorden no corresponde, y cualquier persona que se salga de las normas va a ser perseguido y castigado. Debe haber mano dura ante aquellas personas que no quieran disfrutar de una final tranquila».
De igual forma opinó el mandamás de los cruzados, quien dijo que «la autoridad debe ser estricta y el que no respete el órden del espectáculo debe ser sancionado».
El ex presidente del Banco Central señaló que para brindar una buena final se habilitarán toda la capacidad del sector de Galería para ambos partidos. «Tanto para el jueves como para el domingo el sector de la barra de la U debiera tener 13 mil personas y para el sector de andes se dispondrán 2 mil entradas más. No queremos restringir al público, ya que queremos la mayor cantidad de hinchas en el estadio».
Las 40 mil entradas para el partido de ida serán puestas a la venta este lunes con un precio de 8 mil pesos las galerías, $15 mil andes y $50 mil tribuna marquesina.
En el plano futbolístico Valdés opinó que «hemos realizado un semestre notable, el equipo está muy bien y tengo la esperanza de que podemos ser campeones, aunque sé que Católica es el rival más complicado que nos podía tocar».
Por su parte Estévez dijo que «vamos a imponer nuestro nivel y queremos que se cumpla nuestro bicampeonato».
Finalmente ambos presidentes no quisieron hacer pública algún tipo de apuesta y, de paso, confirmaron los horarios de los encuentros, 20 horas el jueves y 17 horas el domingo.