Era su noche y no podía ser menos. Como toda su historia en la U, Gokú mostró en su partido de despedida el por qué se hizo ídolo del Cuadro Mágico. Con un pase preciso inició la jugada que terminó en gol de Junior y luego vino su ”obra de arte”. En sus 294 oficiales por la Universidad de Chile Diego Gabriel Rivarola Popon, anotó 164 goles, de los cuales ciento uno fueron de manera oficial, convirtiéndose en el sexto goleador histórico azul, junto al Lulo Socías, y el primero en cuanto a artilleros extranjeros se refiere.
Fue el 26 de febrero del 2000 cuando Gokú convertía su primer gol con la camiseta del Chuncho. De ahí en adelante sólo fueron alegrías. Ese año el equipo logró el campeonato y el tercer bicampeonato en la historia del club
Rivarola siempre sintió los clásicos como una guerra personal. Y así lo hizo sentir el 2001. Cuarta fecha de la segunda rueda y el Monumental veía como a los 42’ minutos del primer tiempo nacía un super héroe y comenzaba la leyenda. La postal del mendocino colgado de la reja sur del estadio albo celebrando el 1-1 con la polera ploma de Gokú, terminó por sellar el romance que había comenzado el año anterior.
Otro diana recordada fue en Lima, Perú, por octavos de final de la Copa Libertadores 2010. Entrando en el segundo tiempo marcó el solitario gol que daban el triunfo de visita a los dirigidos por Gerardo Pelusso, quienes a la postre llegarían a semifinal, con el duro final conocido.
Ya con Jorge Sampaoli en la banca Diego tendría otra condición en el equipo. Ya no sería número fijo en los titulares. Ahora tendría que entrar desde la banca y demostrar el por qué era un referente azul. Con pocos minutos en el gramado, siempre se daba mañana para siempre regalarle a los seguidores del León un caramelo que aumentara el amor incondicional entre la afición y él.
Con los parámetros ya establecidos, el 29 de abril del 2011 Gokú entraba en las postrimerías del segundo tiempo al Estadio Nacional. Su misión tratar de cambiar la suerte del partido que disputaban blancos y Azules. El cronómetro marcaba el minuto 89 cuando un centro de Eduardo Vargas caía al medio del área colocolina y como en tantas otras ocasiones aparecía la Leyenda. Con un certero cabezazo vencía al meta Juan Castillo. Incrementando la idolatría del oriundo de Mendoza. Fue el séptimo gol que le convirtió a los de Macul. Inolvidable.
El segundo semestre no cambió en nada los términos de Rivarola en el plantel. Siempre referente e ídolo, pero pocos minutos de fútbol en cancha. Al igual que en Torneo de Apertura los pocos minutos que le daban los aprovechaba. Fue así que llegó al 28 de agosto con 99 goles oficiales por la Universidad de Chile. Tras cobrar una falta penal llegaba a los 100 goles oficiales. Tarde inolvidable para todos. Finalmente fueron 101alegrías, de manera oficial, que compartimos juntos con el mendocino.
En su despedida mostró que su calidad, a pesar de los seis meses sin fútbol, sigue intacta. Primero armando una jugada que finalizó Junior Fernandes, Para luego dar paso a un golazo con marca registrada. Sencillamente una pieza de museo. Pase entre líneas de Marcelo Díaz y ante la salida de Miguel Pinto lo elude con una mase perfecto. Exquisiteces que nos tenía acostumbrados.
Ya en el segundo tiempo convirtió el penal para el equipo de los amigos de Rivarola, cerrando la puerta y poniendo candado a una exitosa carrera futbolística.
En las tres etapas que estuvo Gokú en el León, una de las cosas que caracterizaron todo este romance, fue el cántico que brotaba espontáneamente desde todos los sectores de los estadios en donde rompió las redes.
¡Rivarooola, Rivaroooola, Rivaroooola! Se escuchaba cada vez que el Súper Héroe Azul inflaba las mallas.
Finalizada la etapa fubolística de éste, nos gustaría que recordáramos las anotaciones que más gritaste o que se te vengan a la memoria, que derivaron finalmente en el romance eterno entre la hinchada azul y Diego Gabriel Rivarola Popon. El Último Ídolo azul.