Su retorno es cosa de Horas: Salah le dio el visto bueno a Salas

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La principal valla que existía para la vuelta del zurdo a la U era la aprobación del nuevo DT. Ya la tiene. Antes del fin de semana el "Matador" estará a disposición del equipo."Tuve una conversación de dos horas con Marcelo. Tiene ambición de revancha, de terminar su carrera como le corresponde a un ídolo, y la U le ofrece eso", dijo Salah.

Dos horas duró la esperada charla entre el flamante entrenador de Universidad de Chile, Arturo Salah, y el delantero Marcelo Salas.

La conversación -que se produjo en el transcurso del fin de semana- tenía morbo. Sobre todo luego que el síndico José Manuel Edwards develara problemas de comportamiento del zurdo en su anterior paso por el club.

Sabido era, además, que al interior de Azul Azul habían dejado el tema en su técnico y sólo iban a negociar con el ariete en caso de que Salah les diera el visto bueno.

El "Matador" pasó la prueba. Con honores. Tanto, que el DT se deshizo en elogios para quien debutara bajo su anterior mandato en Universidad de Chile.

"Lo conocí hace 13 años y esperaba encontrarme con otro Marcelo, pero me di cuenta de que es el mismo. Me llevé una impresión muy positiva. Espero que en las próximas horas pueda entablar conversaciones con el club", aseguró el estratega.

Y agregó que "tiene ambición de revancha, de terminar su carrera como corresponde a un ídolo, y la U le ofrece eso. Es una gran opción de retirarse bien del fútbol. Marcelo es un tipo joven, de 32 años, que tiene mucho que mostrar todavía".

Ese es el punto clave. La intención de Salas es terminar bien y no colgar los botines en medio de la polémica y rumores de mala conducta.

De eso habló con Salah, quien no tuvo problemas en darle la posibilidad de demostrarlo en la cancha.

Y su interés no sólo es un tema de imagen, pues pretende seguir ligado a la actividad después del retiro. Y un cargo en la ANFP o a nivel de la Confederación -para lo cual se preparó al estudiar administración- llenaría sus expectativas para el futuro.

Eso será más adelante. Por ahora, cae de cajón que al primer problema extrafutbolístico habrá sanción. Y fuerte.
Por el momento son sólo buenas intenciones. Salah quiere a Salas como líder de la nueva U. Como la cara del cambio que pretende plasmar en su retorno al Caracol Azul. Y no tuvo problemas en reconocerlo.

"Salas tiene el visto bueno para que sea el líder de este proceso que comienza", alcanzó a decir Salah antes de que la conferencia de prensa fuera interrumpida (ver recuadro).

¿Y la oferta que Cobreloa y Gustavo Huerta le harían a Salas? La prioridad del goleador histórico de la selección chilena es la U. En eso no ha variado su postura.

Todo lo demás -incluida la autoproclamada alternativa de jugar en la MLS estadounidense- es sólo un plan B.

Él quiere volver a la U. Y gritar campeón al menos una vez más antes de su retiro. Eso es lo que le ofrece Azul Azul y es lo que en las próximas horas confirmará el vínculo entre las partes.

Pese a los anuncios, en tanto, ayer no fue presentada demanda alguna de Salas en contra del síndico Edwards.

"Salas es un jugador importante, es el ídolo que es, y ojalá lo pueda demostrar en la cancha", dijo Salah de su aventajado alumno.

Salah: "Será un semestre de transición"

"Es un proyecto que se ve muy interesante, como poner a la U en el lugar que le corresponde. Queremos estar a la altura".

Con esas palabras se dio por iniciado el segundo ciclo de Arturo Salah en la banca azul (también estuvo como jugador).

"No es fácil recomponer el camino sobre la marcha. Será un semestre de transición, de diagnóstico, de puesta en marcha y después tendremos tiempo de corregir. Buscaremos el mecanismo para volver a poner a la U de pie", anunció el estratega, quien firmó por dos años con la U.

"Las cosas tranquilamente van a volver a su cauce. Aquí hubo un crash, una quiebra. Todos queremos ganar, pero las urgencias muchas veces nos llevan a cometer errores. Las cosas no se logran de la noche a la mañana. Damos muchas ventajas, pero queremos dar la pelea", anunció Salah.

La U vuelve al trabajo mañana y el lunes partirá a Coquimbo a una mini pretemporada. Luego, jugará al menos cuatro amistosos.

Romero será ayudante y Pinto, jefe de cadetes

Cristián Romero, el "Relojito", el mismo que tuvo un breve interinato cuando fue despedido Salvador Capitano y que hasta el sábado estaba a cargo de la Sub 20 de la U, fue anunciado ayer como el nuevo ayudante técnico de Arturo Salah para el segundo semestre.

La "estructura" sobre la cual el nuevo técnico de la U pretende cimentar su trabajo está poco a poco tomando forma.

Héctor Pinto, de hecho, está a punto de transformarse en el nuevo jefe de cadetes de la U, puesto que ya ocupó antes de tomar el primer equipo azul. Sólo faltan detalles. Azul Azul le hizo una oferta formal y hubo contrapropuesta del actual estratega de Unión. En eso están.

Con Pinto debería llegar más gente. La idea es que cada serie tenga a su entrenador propio, porque en la época de quiebra había cuatro técnicos para ocho equipos. Eso se acaba.

Hoy, con la partida de Romero al primer equipo y la salida de Ronald Fuentes (asumió la banca de Melipilla), sólo quedaron dos entrenadores en las cadetes azules: Cristián Mora y Hugo Vilches.

A ellos podría sumarse Vladimir Bigorra (aunque debe negociar sus condiciones económicas con los nuevos administradores) y el resto hay que salir a buscarlo. Mariano Puyol, por ejemplo, tiene fichas a su favor. Es de casa y tiene ganas.

¿Refuerzos para el primer equipo? Están en eso. Anoche se volvieron a reunir Salah con el director deportivo Johnny Ashwell para seguir definiendo la lista. Por lo pronto, Salah confirmó que utilizará los cuatro cupos de extranjeros que tiene disponibles. Se estima que traerá un zaguero central (Waldo Ponce estará un mes y medio más de baja), dos mediocampistas (uno sería el uruguayo Javier Delgado) y un delantero. Además de Salas. Ayer renovó José Rojas y están cerca de llegar a acuerdo con Rafael Olarra.

Lanzaron bomba de pintura a Carlos Heller

Faltaban minutos para la presentación oficial cuando un grupo de barristas, encabezados por Alcides Castro ("Anarkía"), llegó al Caracol Azul.

La presentación de Salah era normal, hasta que le tocó el turno de hablar a Carlos Heller, uno de los mayores inversionistas de Azul Azul.

En ese momento, un hincha no identificado tiró dos bombas de agua llenadas con pintura blanca al estrado.

Falló, pero por muy poco. Y el caos dominó la escena.

El agresor se escabulló, pero "Anarkía" justificó su actitud diciendo que "acá no se respetó jamás a los socios. No tenemos representantes en Azul Azul".

Heller, ya más compuesto, comentó que "me pasó una bolsa de pintura frente a la cara. Esto hay que erradicarlo. Son gente que no aporta en nada".

El incidente traerá consecuencias.
De inmediato se empezaron a estudiar fórmulas para aumentar la seguridad en el lugar de entrenamientos.
Habrá más guardias.

La voz del hincha

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