Este miércoles, la ‘Roja’ y los del Rímac se enfrentarán por séptima vez sobre suelo chileno en un proceso clasificatorio. La historia favorece a Chile, que nunca ha sido derrotada por el cuadro incáico, en un duelo cargado de emotividad y pasado.
Un duelo de rivales históricos. Y es que el pasado enfrenta a Chile y Perú desde variados puntos de vista, no sólo desde el ámbito deportivo, además desde la óptica política y social. Tal vez por eso, futbolísticamente siempre se ha ratificado la idea de que ambos países son enemigos directos.
Y en el plano de las clasificatorias a las Copas del Mundo, el enfrentamiento con el conjunto del Rímac ha sido sumamente parejo: cada equipo se hace fuerte como local y cuesta mucho sacar diferencias de cada encuentro.
El miércoles, Chile y Perú se enfrentarán en el Estadio Nacional por la segunda fecha de la fase clasificatoria para Sudáfrica 2010. Ambos elencos viven nuevos procesos y por ahora parecen encontrarse en una etapa aún experimental, con la idea de imprimir un estilo de juego que entregue la convicción para llegar al Mundial.
Los dos técnicos dirigirán su segundo partido oficial por sus respectivos combinados. Marcelo Bielsa se estrena como local por la Selección chilena y José Guillermo del Solar buscará revertir un amargo empate sin goles en el debut contra Paraguay.
Por lo mismo, no es fácil anticipar la forma en que se resolverá el encuentro. De cualquier modo, siempre se puede recurrir a la historia. Y éste es un pasado deportivo que favorece a la ‘Roja’. En los partidos disputados ante Perú en Chile válidos por las eliminatorias, el cuadro nacional nunca ha perdido.
En seis encuentros disputados, Chile ha cosechado cuatro triunfos y dos empates. ¿Será la hora de revertir la historia para el conjunto peruano?
JORNADAS MEMORABLES EN LA NOCHE DEL NACIONAL
Los seleccionados de Chile y Perú han entregado batallas memorables sobre el césped del Estadio Nacional. Partidos que da escalofríos recordad, emotivos hasta los segundos finales y algunos tantos -por qué no decirlo- que nos recuerdan lo peor de Chile en las eliminatorias.
Pero la historia inmediata lleva inevitablemente a la noche del 9 de septiembre de 2003. Ese día, Chile enfrentó al conjunto incaico en el debut de Juvenal Olmos en Santiago en la banca de la ‘Roja’, escenario similar al que se vivirá el miércoles.
En esa jornada, Chile formó con Nelson Tapia; Ricardo Rojas, Pablo Contreras, Rafael Olarra; Fernando Martel, Marcos González, Jorge Acuña, Rodrigo Pérez; Milovan Mirosevic; Héctor Tapia y Mauricio Pinilla. El propio ‘Pinigol’ fue quien abrió la cuenta de cabeza en el primer tiempo.
Pero la contra peruana llegó con rapidez: sólo minutos después, Andrés Mendoza igualó la cuenta. Resultado incierto con final electrizante, el recién ingresado Arturo Norambuena (que además hacía su debut) conectó un centro del también suplente David Pizarro para poner el 2-1 decisivo. Una fiesta.
Pero el partido que más se recuerda de los últimos años ante Perú había ocurrido seis años antes. El 12 de octubre de 1997, se disputaba en santiago la penúltima fecha de las clasificatorias a la Copa del Mundo de Francia 1998. Y los dos equipos se habían constituído con el correr de las fechas en rivales directos por el quinto cupo sudamericano para la cita en tierras galas.
Con la responsabilidad de sumar en un partido de "seis puntos", el conjunto nacional salió a la cancha con: Nelson Tapia; Francisco Rojas, Ronald Fuentes, Pedro Reyes, Miguel Ponce; Fernando Cornejo, Clarence Acuña, Víctor Hugo Castañeda, José Luis Sierra; Rodrigo Barrera y Marcelo Salas.
Esa fue la noche más linda del estadio Nacional. Una noche que partía marcada por las pifias durante el himno peruano, se convirtió con los minutos en un sueño. Marcelo Salas jugó uno de los mejores partidos de su carrera. Hizo tres goles, lideró al grupo y guapeó cuando fue hostigado. Pedro Reyes también anotó, configurando el 4-0 final, que la daba a Chile la opción de depender de si mismo para llegar al certamen mundialista.
Este miércoles se repite la historia. Y aunque viven procesos jóvenes, y en el inicio de las clasificatorias, los dos equipos trabajan en la antesala de un partido que lleva orgullo de por medio. Dos equipos con la necesidad de ganar para su público y que viven pendientes del sueño de llegar a Sudáfrica.